El reconocimiento al circuito confirma unas sensaciones malas, los entrenos de los días previos auguran un ritmo ente 3'40 y 3'50 pensando en un recorrido plano claro... las pulsaciones altas, me encuentro con Eloy Hernandez, antiguo compañero de colegio en Casp y una maquina del triatlón, charlamos y calentamos juntos. Se esfuma rápidamente lo del campanazo al ver el panorama de liebres...bueno sera una carrera agónica.
Salida rápida, primer km a 3'17...mal vamos aunque pique de bajada, empieza la subida y toca apretar los dientes se empiezan a escapar un grupo de 3 seguido de un pequeño pelotón de 5 el cual intento no perder la estela, boca seca, pulso por las nubes, agonía pura. En las bajadas intento recuperar el aliento, lo que me cuesta perder el pequeño grupo. Primera vuelta la paso 8º, pero muy forzado sin encontrar aun mi ritmo, empiezo a tener pocas ganas de sufrir y me dejo ir un poco, me pasan poco a poco correrdores que van de menos a mas y no puedo engancharme a ninguno, me siento blando sin ritmo. En el ultimo km me adelanta un corredor mas, realizo un cambio y lo dejo pero por hoy decido que el sufrimiento ya fue suficiente, amago del estomago, definitivamente me dejo ir, entrando en meta el 12º y 8º de mi categoría con un tiempo de 29'43" a un ritmo de 3'57 el km, mas o menos lo previsto, contento.
